martes, 8 de abril de 2014

Un blog interesante

Recomendamos la presencia de un blog que viene mostrando algunas anécdotas interesantes que son dignas de ser admiradas, cuyo autor, Enrique de la Chica Aguilar, publicó un artículo con información de nuestro grupo para difundirla. http://dejaenagranada.blogspot.com.es/

Agradecemos su labor y pedimos disculpas por las confusiones: esperamos que pueda publicar más entradas.

sábado, 5 de abril de 2014

Arquitectura musulmana en Jaén


PLAZA DE LA MAGDALENA

Situada en la Plaza de la Magdalena, sin duda el centro neurálgico de este barrio presidido por la Iglesia del mismo nombre, donde desde los primeros pobladores se ubicaron los edificios principales de la ciudad.
De esta plaza parten callejones serpenteantes, originarios de la época musulmana hacia el Castillo, y es el eje de las denominadas calles maestras, que contribuirían a expandir la ciudad al borde del cerro hasta adoptar a partir del s. XIII su actual configuración.
En ella se ubica una farola de bronce fundido profusamente labrada de finales del siglo pasado, con cuatro puntos de luz en forma de faroles, tres de ellos distribuidos en sendos brazos y uno central más alto

IGLESIA DE LA MAGDALENA

La iglesia fue edificada sobre una mezquita que, parece ser, fue mandada construir por Abd-al-Rahman II (Abderramán ll) en el año 825 d.C. Mezquita Aljama de la antigua ciudad musulmana, villa que fue conocida como Madinat Yayyan.Constaría aquella mezquita de 5 naves separadas por columnas de mármol negro. Junto a ella, como era habitual, un patio para abluciones rodeado por una galería de arcos, que es el que hoy se conserva adosado a la iglesia.
    En 1966 fue objeto de una restauración y nueva reconstrucción, lleva das a término por el arquitecto D. Luis Berges Roldán que finalizaron en 1983. Es la más antigua de las parroquias hoy existentes en la ciudad.
La iglesia está edificada en estilo gótico. Consta de cuatro naves, una más  ancha que las demás, separadas por pilares irregulares no alineados. De pilar a pilar se voltean arcos apuntados, realizándose la cubierta por bóvedas de nervios con formas de lagartos (presencia evidente de la secular leyenda del “Lagarto de la Magdalena”) que apoyan en ménsulas sobre los capiteles.
     La portada principal es una muestra del gótico isabelino, enmarcada con pilastras con haces de baquetones y rematada en flameros y crestería sobre cornisa a modo de alfiz. El arco de entrada, de medio punto rebajado o carpanel, parece posterior por las dovelas que se aprecian en el tímpano y los escudos del Cardenal Merino y del Obispo D. Diego de Tavera, que fue el encargado de restaurar la puerta. Este Obispo fue el que costeó la puerta propiamente dicha y encargó a Andrés de Vandelvira la remodelación de la torre-campanario, de origen musulmán, a partir de 1.555.
Sobre el arco de acceso, vemos un altorrelieve de Sta. María Magdalena.

BAÑOS ÁRABES
Construidos en el siglo XI, los Baños Árabes están ubicados en los sótanos del Palacio de Villardompardo. Cuentan con una extensión de 450 metros cuadrados, lo que los convierte probablemente en los más grandes de cuantos se pueden visitar en España. A juzgar por los restos de decoración almohade que se conservan en algunas de sus Salas, debieron de ser restaurados hacia finales del siglo XII.
Tras la conquista de la ciudad en 1246 por Fernando III el Santo su uso continuó durante los primeros años de dominio cristiano. Será entre los siglos XIV y XV cuando desaparezca su función como baño al establecer los cristianos en sus salas unas tenerías. Muestra de ello son los restos de sus instalaciones que aún se conservan en las Salas Templada y Caliente.
A finales del Siglo XVI don Fernando de Torres y Portugal, Conde de Villardompardo y Virrey del Perú, edificó su Palacio sobre los Baños, quedando parte de ellos ocultos entre los cimientos y sótanos, permaneciendo de esta forma durante los siglos XVIII y XIX.

A principios del siglo XX, el Palacio pasa a formar parte del patrimonio inmobiliario de la Diputación Provincial de Jaén, institución que, entre 1901 y 1903, libera el espacio de varias casas adyacentes al inmueble con el fin de construir una Capilla para el Hospicio de Mujeres. Estas obras debieron afectar a los restos que aún quedaban de los baños.

En 1913, durante la inspección de la fábrica del Palacio de Villardompardo con motivo de la realización del Catálogo Monumental de Jaén, fue descubierta una pequeña parte de los Baños por don Enrique Romero de Torres.

Apenas cuatro años más tarde, fueron visitados por el Catedrático de Arqueología don Manuel Gómez Moreno, quien, una vez tomados los datos oportunos, propuso el inmueble como Monumento Nacional. Dicha propuesta fue aceptada y en 1931 los restos son declarados Monumento Nacional con el número de Registro General 528.
En 1936 comienzan las obras de restauración bajo la dirección de don Leopoldo Torres Balbás y su compañero, el arquitecto jiennense don Luis Berges Martínez. No obstante, estas obras se verían interrumpidas por el comienzo de la Guerra Civil.

No será hasta 1970 cuando la Dirección General de Bellas Artes encargue el primer proyecto de restauración de los Baños al arquitecto don Luis Berges Roldán, hijo del anterior. A este proyecto inicial se suceden otro seis más en años sucesivos, los dos últimos en 1980 y 1982, en convenio con la Diputación Provincial de Jaén. Gracias a los trabajos fueron descubiertas la mayor parte de las Salas que hoy pueden contemplarse.

Finalizada las obras en 1984, la Asociación Europa Nostra otorgó la Medalla de Honor de ese año a la restauración de los Baños Árabes.

Las Salas que componen los Baños Árabes son:
El vestíbulo de ingreso es una sala transversal de 14 metros de longitud por 3,80 metros de anchura, con alcobas en ambos extremos separadas del resto de la sala por arcos de herradura sobre medias columnas, esquema que se irá repitiendo en todas las demás salas. A ambos lados de la entrada se ubican sendas tacas.
La sala está cubierta por bóveda de medio cañón y cuenta con 18 luceras estrelladas.
El suelo estuvo revestido de mármol blanco y las paredes enlucidas y pintadas con decoración de arquerías en color rojo sobre fondo blanco.

S
ala Fría (al-bayt al-barid)

Contigua y muy similar a la anterior aunque de menor tamaño (11,4 m x 3,50 m.), esta sala también está cubierta por bóveda de medio cañón en la que se sitúan 12 luceras. La alcoba situada en el extremo derecho está cubierta con cúpula con 5 luceras.
Sala Templada (al-bayt al-wastani)

Consiste en un gran salón cuadrado de 11´30 m x 11,30 m que, a su vez ,encierra otro cuadrado central, éste cubierto por una gran cúpula de casquete semiesférico sobre pechinas.

La cúpula no descansa sobre muros macizos sino sobre arcos de herradura soportados por ocho columnas. En las cuatro esquinas del gran salón quedan otras cuatro cúpulas menores, y los espacios restantes se cubren con cuatro bóvedas de medio cañón con 3 luceras en cada una de ellas.

Esta gran sala da paso, mediante dos arcos de herradura, a otra sala de 11,30m x 2,80 m que preside todo el conjunto y que está cubierta mediante bóveda de medio cañón; teniendo, sendas alcobas en los extremos cubiertas con cúpulas con luceras.
Sala Caliente (al-bayt al-sajum)

Con unas dimensiones de 15,90 m de longitud por 3,30 m de anchura, la sala caliente es muy similar a las salas anteriores. Está cubierta con bóveda de medio cañón con 15 luceras y con sendas alcobas en los extremos con 5 luceras cada una de ellas. Esta sala está situada junto a las calderas donde se calentaba el agua. Sus muros están recorridos por chimeneas ocultas por las que circulaba el aire caliente.

En el centro de la sala, un gran arco abocinado la separa del lugar donde estaba la caldera. A ambos lado de este arco central, dos pequeñas estancias, contienen: una, un baño cuadrado de asiento y la otra, dos tinajas.

Bajo su suelo de piedra, toda la estancia está hueca: numerosos pequeños pilares de ladrillo lo soportan, permitiendo que circule el aire caliente que, por su tendencia natural, sube y se adhiere al suelo, calentándolo.




RESTOS RECINTO AMURALLADO DEL CASTILLO

Especialmente en la ladera norte, subiendo por la conocida tradicionalmente como "Vereda de Manolito Ruíz", desde la carretera de Circunvalación a la altura del castizo barrio de la Magdalena, a media ladera del monte encontramos interesantes vestigios del antiguo recinto amurallado de la ciudad de Jaén, no solo medievales , pues también se observan vestigios incluso ibero-romanos. Varias torres, algunas en buen estado de conservación, como el torreón de la llana, muros de varios metros de altura e incluso un portillo, el "Portillo de la Llana", se han conservado en una zona de gran riqueza arqueológica que alberga, incluso, los restos arqueológicos de la antigua alcazaba, a media ladera del cerro de Santa Catalina, todavía no excavados ni puestos en valor por las administraciones culturales.
Existen también vestigios de las murallas y un portillo de acceso a la ciudad en la ladera que finaliza en la confluencia de la Carretera de Circunvalación con la Carretera de subida al Castillo de Santa Catalina, no obstante, estas últimas, son mucho menos espectaculares que las anteriormente mencionadas.

También, cercado al Parador Nacional, hallamos restos del que fuera Castillo de Abrehui, que junto al Alcázar Nuevo (acutal castillo y Centro de Interpretación), y el Alcázar Viejo (en el espacio que hoy ocupa el Parador Nacional), además de la Alcazaba de Jaén, más abajo, a media ladera del monte, formaban el conjunto defensivo del cerro, complementado por sus murallas que enlazaban con la ciudad.


ARCO DE SAN LORENZO
Único vestigio de la que fuera iglesia parroquial de San Lorenzo. En este espacio se ubicó el altar mayor del templo gótico-mudéjar, que precisó voltear la calle, en forma de Arco, para dar mayor capacidad a dicha iglesia. En su interior se encuentra una hermosa capilla, alicatada con azulejos mudéjares, bóveda de cascarón y bellas yeserías. En la sala superior restos de un arco mudéjar y otros objetos de interés. El conjunto es de gran belleza, a pesar de su exiguo espacio, y actualmente es gestionado por la Asociación Cultural "Amigos de San Antón".




IGLESIA DE SAN BARTOLOMÉ
Una de las antiguas parroquias medievales de la ciudad, durante mucho tiempo se sospechó sobre su posible origen como mezquita, aunque actualmente parece descartado. De traza mudéjar en su interior, de gran belleza, cuenta con una singular pila bautismal, en cerámica verde vidriada, con inscripciones góticas, y es uno de los templos que también tienen importante participación en la Semana Santa de Jaén.
La plazuela donde se ubica, Plaza de San Bartolomé, es un delicioso rincón del Casco Antiguo donde se encuentran edificios de gran belleza, como la Casa del Miedo (ver leyenda Casa del Miedo), y a la misma se abren tres fachadas de la iglesia, generando un conjunto de varias plazuelas a su alrededor.



ANTIGUAS CARNICERÍAS Y BAÑOS DEL NARANJO
Edificio que contiene en su estructura toda una serie de fases históricas desde el siglo XI hasta el siglo XX. Ubicado en la Plaza de los Caños, frente a la fuente del mismo nombre, se le conoce en ámbitos eruditos con el nombre de "Edificio de los Caños".

Su fase más antigua la encontramos en algunas cúpulas y restos murarios de un hamman islámico, del siglo XI, de cual se conservan dos salas completas y parte de otra en la casa aledaña, de propiedad privada.

Por otra parte en la fachada y algún escudo que conserva, encontramos los restos de un edificio renacentista, que tuvo la función de Carnicerías Públicas. Previamente había funcionado como tahona.

Finalmente en el siglo XX el edificio funciona como escuela, lo que deja en él como huella una magnífica intervención de estilo neomudéjar, perfectamente conservada y visible en un bello patio. El conjunto se encuentra en fase de estudio para su recuperación desde hace 16 años y se cree inminente su puesta en valor

jueves, 3 de abril de 2014

Actualidad del Islam en Jaén: la experiencia de una musulmana en una sociedad crisitiana

Nosotros hemos enfocado el tema de la actualidad de una manera diferente; hemos recurrido a una vieja amiga de mis padres y mi infancia, la cual es musulmana. Primero hablaré un poco de ella, donde nació, que estudió, cuánto lleva en Jaén y a qué se dedica actualmente.
Su nombre es Jadiya, nació en Khenifra (Se pronuncia Jenifra), donde estudió hasta el Bachillerato. La carrera universitaria la cursó en Meknés (como se lee), a unos 150 Km de Khenifra. Al llegar España, le convalidaron sólo los estudios hasta el bachillerato, está a la espera de que le convaliden la carrera universitaria (Literatura Árabe).
A España llegó en 2005, unos meses más tarde, se instaló en el pueblo de mi familia (Baños) como auxiliar de ayuda a domicilio para cuidar y acompañar a mi tía Sagrario. Hoy en día sigue siendo auxiliar de ayuda a domicilio en el pueblo de mi familia.

Preguntas que le hicimos:
1.      ¿Qué medios tienes en Jaén para realizar día a día religioso?
Jadiya hace toda su vida religiosa en su casa, reza 5 veces al día, va los viernes a una mezquita en Guarromán, Ramadán… Mantiene contacto con comunidades musulmanas en Guarromán.

2.      ¿Cómo vives las tradiciones cristianas españolas, Navidad, Semana Santa, Fiestas patronales…?
Las vive como algo más de cada día, admirándolas y disfrutándolas, pero hay algunas, como la Semana Santa, que no las siente con tanta profundidad como la sienten los jiennenses. Pero todo con respeto y admiración dignos de alabanza.

3.      ¿Cómo es tu día a día en el pueblo? (Incompatibilidad de horarios, ramadán, comida…)
Con dificultad, dice que la sociedad en la que vive no está preparada para sus horarios y necesidades. Por ejemplo, el rezo de las 12:30 tiene que saltárselo y hacerlo en otro momento porque a esa hora está trabajando. Con la comida, tiene que desplazarse hasta Guarromán para comprar carne en una carnicería musulmana, ya que es la población de Jaén más cercana a Baños con mezquita y carnicería musulmana. Y por supuesto, en las fiestas y comidas con la familia y amigos tiene que asegurarse de que nada tiene alcohol ni cerdo, pero no hay mucho problema ya que en Baños la conocen muy bien y es apreciada por todo el pueblo.

4.      ¿Has tenido algún problema para casarte con un español no musulmán?
Ante esto, me respondió que hubiera sido un problema inmenso de haberse querido casar por sus respectivas religiones, ya que los ritos y las ceremonias son totalmente diferentes, por lo que optaron por casarse por lo civil.

5.      ¿Qué religión quieres para tus hijos?
Actualmente Jadiya tiene 2 mellizos de un año. Los padres han decidido no bautizarlos, van a dejar que sus hijos decidan cuando sean mayores; mientras tanto, Jadiya les habla en árabe y suele contarles historias que suelen contarles a los niños musulmanes. Y José les cuenta historias que se cuentan a niños cristianos.

6.      ¿La sociedad jienense está preparada para tu religión?
Ella piensa que no, ya que hay muy pocas mezquitas y para todas tiene que coger el coche, al igual pasa con los horarios y los certificados de carne sin cerdo.

7.      ¿Has visto una mejora con el tiempo en tu religión?
Esta pregunta nos surgió al pensar en las cosas que nos han explicado en las clases de religión durante muchos años, dado el progresivo avance que se experimenta desde una fe sin perspectiva más que la propia, hacia una progresiva multiculturalidad religiosa.
Ante esto, Jadiya afirmó que en toda la historia de la religión musulmana no ha cambiado mucho, menos en Jaén.
Lo único que está empezando a cambiar es que van a modificar una norma que permite a un hombre casarse con 4 mujeres, esta norma va a pasar de 4 mujeres a 1.

8.      ¿En que ámbitos tu religión ha sido un impedimento?
El impedimento que más le afectó fue cuando decidió ponerse el pañuelo para taparse el pelo (Hiyab), ya que según los árabes el pelo es algo llamativo y hay que evitar que miren al pelo de las mujeres. Esto, la gente del pueblo y, en general, los cristianos no lo ven correcto: esto hizo que mucha gente en el pueblo dejase de hablarle e incluso la insultaban y le decían que se lo quitase.

9.      Sé que trabajaste durante mucho tiempo con mi tía Sagrario, católica fervorosa de comunión diaria y he sido testigo de numerosas tardes donde mi tía estaba rezando o esperando al cura para su comunión diaria y tú estabas allí. ¿Cómo era tu relación con ella, hablabais de religión?
      "La relación con Sagrario era estupenda, hablábamos de religión cada una de la nuestra explicándonos mutuamente cosas".

Esto ha hecho que Jadiya vea cierta similitud entre en Cristianismo y el Islam respetando la religión cristiana. Aunque reconoce que Allah no es su padre ni nada. Cuando mi tía Sagrario falleció, los herederos pusieron la casa en venta y Jadiya no lo dudó ni un segundo: compró la casa en donde había trabajado, acompañado, hablado y disfrutado de mi tía Sagrario y como ella vivía la religión cristiana. Hoy sigue hablando de religión con Enci (mi tía)

jueves, 20 de febrero de 2014

Islam en la Jaén cristiana hasta nuestros días

Había acontecido unos años antes a los hechos que relatamos del fin del la influencia islámica en Jaén la famosa batalla de Navas de Tolosa en el 1212, lo que supuso un inicio de la decadencia de los almohades en Al-Andalus. Entre los musulmanes, al fallecer el califa al-Munstansir, surgiría un pleito dinástico y fuertes rivalidades entre al-Addil y al-Bayyasi. Todos estos conflictos eran observados por los cristianos, dirigidos bajo las órdenes de Fernando III el Santo, que buscaría la ocasión adecuada para proseguir con la Reconquista. Se aliaría con al-Bayyasi, buscando reconquistar los territorios de Baeza y Quesada que le habían sido arrebatados. Las tropas conjuntas cristianas y musulmanas conquistaron fácilmente estos territorios, por la falta de motivación de los almohades dirigidos por al-Addil. Los dirigentes musulmanes deberían buscar establecer pactos de vasallaje con el monarca cristiano para evitar caer en manos de toda la labor expansionista. Fernando III iniciaría entonces una campaña en 1225 para conquistar la ciudad de Jaén: la técnica ejercida, al cederle al-Bayyasi pleno dominio sobre la ciudad para cuando la conquistase, sería el sitio. Alfonso VII ya habría intentado tomar la ciudad a priori, pero la presión que ejercieron los almorávides tras las murallas en el 1125 hizo imposible proseguir con la campaña. Al comienzo del nuevo asedio se vio finalizado pronto, recurriendo simplemente con arrasar las tierras que proporcionaban el alimento a la ciudad: con ello estudiarían sus defensas y desmoralizarían a la población. Los campamentos se dispondrían en diversas situaciones (actual sanatorio del Neveral, cerca de la Magdalena…). Mientras que no prosiguiera este asedio, el monarca iría tomando algunas ciudades para minar la moral de los musulmanes, ya fuere de una forma pacífica, en su medida (Alhama, Andújar…), ora pasándolos por el cuchillo (Loja).  Álvaro Pérez de Castro dirigiría estas campañas con un ejército considerable formados por caballeros cristianos y peones musulmanes. Tras un segundo sitio en el 1230, se proclamaría a Muhammad B. Yusuf b. Al-hamar como rey de Jaén en el año 1232, para que en el año 1246, por un pacto de vasallaje con Fernando III le cediese la ciudad de Jaén. El 28 de febrero la ciudad capitularía, tras la rendición de Ibn Nasr, dado que el sultán nazarí de Arjona le habría cedido el privilegio de la conquista. Los musulmanes intentarían conquistar de nuevo la ciudad en el año 1300, pero los caballeros de la orden de Baeza hicieron imposible esta gesta. El castillo de Jaén, convertido en el actual Castillo de Santa Catalina, sería modificado para los usos cristianos de la época.

En un principio, tras la conquista de la ciudad de Jaén por Fernando III, la convivencia entre cristianos, musulmanes y judíos mostraría una aparente estabilidad: las diversas culturas se influenciarían entre ellas de forma positiva aportándose rasgos en el ámbito del arte (mudéjar), denotando una situación de progresiva tranquilidad. A posteriori, las historias que se habían vivido de la influencia entre musulmanes y cristianos se verían plasmados en los romances moriscos (Reduán) y la novela morisca (La Historia del Abencerraje).

Sin embargo, los albores de la Inquisición y la búsqueda de expulsión de los musulmanes, provocó conversiones en masa para evitar posibles problemas, aunque, al acontecerse actos de apostasía (conversión a la religión original), se producirían numerosas ejecuciones. Esta situación se generalizaría a judíos y musulmanes por igual en el siglo XIV. Muchos musulmanes tuvieron que cambiarse de nombre, y no serían precisamente aceptados por la zona del Guadalquivir. En la época del condestable Miguel Lucas de Iranzo, en tiempos del rey Enrique IV, muchos de los musulmanes deberían convertirse para salvar sus vidas. Tras la muerte de Enrique IV, y el ascenso al trono de Isabel la Católica, los conversos recibirían diversas indemnizaciones por los males causados.

Pero en este ámbito, no obstante, surgiría la Inquisición, para el perdón de los paganos por la Iglesia, pues estos podían salvarse si renunciaban a su fe en los actos y ceremonias oficiados. La sentencia condenatoria, por aquel entonces, tenía dos posibles variantes: de reconciliación: el pecador renunciaba a su fe, cumplimentaba las penas impuestas e iniciaba una nueva vida, acosado por miradas ajenas en su condición pagana, pues si mentían, irían a la hoguera; de relajación: el condenado se mantenía en su fe, por lo que podía pasar a ser un sambenito (marcados por una cruz de condenación), al cual se le imprimiría la pena de muerte, por hoguera, se le imponían latigazos, el destierro, el garrote, eran quemados vivos “pertinaces de herejía”, circulaban por las calles en diligencias para que la gente les insultara y recapacitaran… Los autos de fe fueron diversas ceremonias, de carácter penitencial, que concurrían con elevados gastos, en las cuales los condenados podían pasar por la sentencia que les conviniese, para el aleccionamiento de la gente. El honor residía en la fidelidad a la religión, la impureza en la ascendencia musulmana.

Sería en Jaén uno de los primeros sitios donde se impondría el tribunal de la Inquisición (tercero de España, 1483), antes de que fuera plenamente admitida por la bula del papa Julio III en 1552. Las medidas se impondrían en Jaén, Úbeda, Baeza y Alcaraz. No obstante, trataría de suavizarse a posteriori por las intercesiones del papa Paulo V y el conde-duque de Olivares. Uno de los primeros inquisidores, el doctor Guiral, sería denunciado por casos de prevaricación y cohecho, por lo que entrarían las duras medidas de Diego Rodríguez Lucero, apoyado por fray Diego de Deza, que acusaría a los conversos por sus amplios poderes económicos, por lo que encarcelaría a muchos mercaderes ricos: fue un proceso de desarticulación de una naciente burguesía de conversos. Muchos entrarían en diversas cofradías para evitar este procesamiento, aunque serían descubiertos a posteriori. Sus medidas estuvieron llenas de severidad y fraudes, por lo que el inquisidor Niño condenaría sus actividades en el 1508, por lo que sería procesado por la Congregación General de Burgos, por lo que se damnificarían a algunos de los conversos por las duras medidas a las que habían sido expuestos, aunque se exigirían ciertas contribuciones.

En el siglo XVI, la situación se tranquilizó más para los musulmanes. Sin embargo, acontecerían una serie de rebeliones en las Alpujarras, pues había algunos reductos de musulmanes que aspiraban que llegase un desembarco turco a la Península para la vuelta del Islam: la batalla de Lepanto decidió un ámbito de mayor poder por parte del imperialismo de Felipe II. Los musulmanes que serían condenados por la Inquisición serían acusaos de blasfemia, negar la virginidad de la Virgen María, negar la institucionalidad de ciertos Sacramentos, aspectos de la confesión… En esta época todavía se seguirían conservando algunos cultos y costumbres. Algunos serían acusados de alterar la instrucción religiosa de ciertas personas, y por practicar la çala y el guadoc. La mera posesión del Corán sería un delito que sería castigado, en los casos de Iñigo de Chaves, Elvira Hernández, Isabel de Aranda… Algunos moriscos defendían la libertad de religión para llegar al cielo, como argumentaban María de Hornos o Lorenzo de Linares. La ciudad de Jaén registró por aquellos tiempos la mayor cantidad de blasfemia. La conversiones forzadas también estarían presentes, pese a los alegatos de Cristóbal de la Chica y Diego Gómez (“también los moros se salvan”, “cada uno se puede salvar en su ley”).

En el siglo XVII, habría una persecución más acusada de los moriscos. Por una publicación promulgada en la Ciudad de Sevilla por el rey Felipe III, favorecida por la intercesión del duque de Lerma, se databa el 12 de enero de 1610 la fecha de expulsión de los moriscos de la ciudad de Jaén, así como había ocurrido en otras ciudades españolas, pues España se hallaba en una profunda crisis tras la Tregua de los Doce años, por lo que se necesitó hacer el expolio de muchos bienes de los moriscos para satisfacer las necesidades de la Corona, lo cual saldría a la larga caro, pues estos eran importantes conocedores de las técnicas agrarias y comerciales. Esto se había incitado además por la rebelión de las Alpujarras, que pese a que se intentó mediar para mantener un equilibrio entre partes, causó un descontento a nivel general. Alonso Vázquez, el gobernador de Jaén, informaría al monarca sobre las determinaciones que debía llevar a cabo, según se le había informado por el conde de Salazar, para regular la marcha de los moriscos y la condena de aquellos que manifestasen abiertamente su religión. Muchas tierras serían expropiadas por la Iglesia, aunque aquellas mujeres moriscas que estuviesen casadas con cristianos viejos podían salvarse de esta medida. Muchos de los moriscos jiennenses saldrían por el puerto de Málaga. Los cánones del Concilio de Trento estaban muy presentes en esta época. En Jaén, había una superioridad numérica de musulmanes en Andújar, inclusive en la capital y en Úbeda. Surgirían múltiples denuncias por las prácticas de ritos musulmanes de sacrificar animales (zorzales), funerarios, en las bodas y por dudar de la virginidad de la Virgen María. Alonso Lapaz y Lorenzo de León fueron acusados en su época por ser una mala influencia para los proyectos de educación y formación cristiana. Se denuncian también a los musulmanes por practicar su abstinencia en el mes del Ramadán y para comer tocino. No obstante, no se llegó a insistir tanto en la posesión de escritos arábigos o del Corán. Incluso empezaron a surgir moriscos ilustrados, como Iñigo de Chaves o Luis Pérez del Berrio.

En el siglo XVIII, se buscó la supresión de la Inquisición en el reinado de Felipe V, aunque este no se mostró demasiado interesado en el tema en cuestión. Ilustrados como el conde de Aranda o Pablo de Olavide buscaban el fin de esta institución. Entre las medidas de los Decretos de Chamartín de Napoleón, durante el dominio francés sobre España, se derogaría la Inquisición, al igual que en los decretos promulgados por las Cortes legislativas, aunque el Estatuto de Bayona y la Constitución de 1812 no abdicaban en sus deseos de mantener la confesionalidad católica en un país fuertemente aliado con la Iglesia. Obsérvese que en el Trienio Liberal, por el triunfo del liberalismo durante el reinado de Fernando VII, una de las medidas que se llevaron a cabo fue la supresión definitiva del tribunal de la Inquisición, aunque esto no quitaba que los musulmanes siguieran cohibidos en la profesión de su fe. Los musulmanes quedarían restringidos a algunas prácticas clandestinas y no harían aportes significativos al desarrollo del país durante las sucesivas crisis.

En el desarrollo de las Constituciones españolas, obsérvese que en las Constituciones de 1837 y 1845 se seguía imponiendo la confesionalidad católica en el territorio español (y más con la firma del Concordato de 1851 con la Santa Sede). La Constitución de 1856, pese a que no se promulga, es la que, pese a la mayor apertura a la confesionalidad católica en el territorio español, promueve la libertad en la práctica de religiones. En la Constitución de 1869, sigue albergándose la posibilidad de, pese a la práctica de un Estado confesional católico, practicar diversas religiones en el ámbito público y privado, con las únicas limitaciones de las reglas universales de moral y derecho. En la Constitución de 1876, se sigue permitiendo la práctica de otras religiones, manteniendo un debido respeto a la moral católica, aunque solo podrían oficiarse ceremonias públicas en el ámbito del catolicismo. En la Constitución de 1931, se admite la posibilidad de practicar con libertad cualquier religión, sin que tuviere que pedir cuentas a nadie de qué religión profesaba. Por la declaración del Fuero de los españoles de 1945, queda garantizada la libre práctica de religiones en el ámbito privado, mas no en el público, aspecto que empezaría a consolidarse a partir de la Ley Orgánica del Estado de 1966. Finalmente, por la actual Constitución de 1978, se admite la libre profesión de cualquier religión dentro de nuestro país, reforzada definitivamente por la Ley Orgánica de libertad religiosa (BOE, 7/1980): El Estado garantiza el derecho fundamental a la libertad religiosa y de culto, reconocido en la Constitución de acuerdo con lo prevenido en la presente Ley Orgánica. Este es el principal motivo por el cual existen diversas comunidades musulmanas distribuidas por Jaén que pueden manifestar expresamente su religión.





martes, 26 de noviembre de 2013

Auge del Islam en la ciudad de Jaén.

Recordemos la importancia de la cultura islámica en la ciudad de Jaén, analizando sus mejores años en la zona y su importancia más allá de nuestras tierras. No sólo han dejado maravillas como los Baños Árabes, murallas o restos de algún que otro alcazar. Veremos a continuación cómo fue la situación de esta ciudad en tiempos de hegemonía islámica.

Recordemos que la ciudad de Jaén fue tomada por Abdelazib en el año 713 d.c. y perteneció a la cultura islámica hasta el 1246 al ser reconquistada por Fernando III, el Santo.

Baños Árabes, importante edificación que aprovecha el agua de los terrenos jiennenses.
Durante cinco siglos estuvieron los árabes en Jaén. La consideraron como una gran ciudad. Le dieron walí (cargo existente en muchos lugares del mundo árabe e islámico que equivale al de gobernador), levantaron mezquitas y construyeron fortificaciones y palacios.

Con los árabes, Jaén, denominada Yayyan fue una excelente tierra regada por abundante agua que fluye en forma de ríos y fuentes, poseedora de gran cantidad de cultivos, así como de una famosa industria de tapices y utensilios domésticos de madera que se exportaban por todo Al-Andalus y el Magreb. Destacó la magnífica situación geográfica de Yayyan como paso obligado entre Córdoba y Toledo, y entre Córdoba y Tudmir (zona de la actual región de Murcia), pues se podría afirmar que algunas de las más importantes vías del sur de Al-Andalus cruzaban la cora de Yayyan.
Pilar del Arrabalejo, recuerdo aún de los canales fluviales de la ciudad.


Esta época deja una enorme marca en la configuración urbana. Aquella ciudad seguiría el modelo islámico de oriente, que se ha descrito como: “secreta, indiferenciada, sin rostro, misteriosa y recóndita, hondamente religiosa, símbolo de igualdad de los creyentes antes el Dios Supremo”.

Medina Yayyan aparece plenamente configurada en el primer cuarto del siglo XI como núcleo urbano compuesto por la medina amurallada y la alcazaba. El abundante potencial de agua en la propia ciudad y en sus inmediaciones hizo que surgieran fértiles huertos y vegas circundantes para cuyo riego se construyeron albercas.

La ciudad estaba formada por un nicho central, en que se hallaba la mezquita (hoy retornada en la catedral de Jaén), en torno a la cual se agrupaba la vida comercial y religiosa, en el mercado cerrado de productos valiosos, las alhóndigas o almacenes de mercancías, y al mismo tiempo, posadas, baños y zocos.
Convento de las Bernardas, en los Adarves bajos.
Esta mezquita, construida por Abd al-Ramãn II, se alzaba en una zona desde la que se dominaba toda la ciudad, en una plaza de la que partían las calles principales, angostas y tortuosas, que se tornaban a cada paso, formadas por manzanas de casas grandes e irregulares. Las calles más estrechas no tenían salida generalmente, pero sí una puerta para ingreso que se cerraba por la noche al objeto de ofrecer seguridad a sus vecinos. A éstas se le denominaban adarves y aún se conservan algunos (zona de ‘Adarves bajos’, por ejemplo). Otras calles aparecen atravesadas por cobertizos y pasos que unían las plazas elevadas de las casas, a uno y otro lado de la calle. Las gentes se agrupaban en los arrabales y barrios por sus creencias religiosas, así como por su medio de vida u ocupación, de donde se tomaba el nombre del barrio.

Este conjunto de calles se ha clasificado en cuatro tipos, distinguiéndose las vías maestras; las calles públicas, que parten de las anteriores, en las que se afincaban los artesanos y que funcionaban como maestras de los barrios; las calles de paso, conectadas con las públicas; y por fin, los callejones sin salida.
Iglesia de la Magdalena en plena antigua zona islámica.
Las dos vías maestras discurrían paralelas siguiendo las curvas de nivel, cruzando la falda del monte, y que confluían en la Puerta de Martos. Esta estructura urbana se mantendría en época medieval y moderna y aún es claramente observable en la realidad, de ahí la importancia de la distribución de los árabes en los primeros años de Yayyan.

Durante la larga dominación árabe se produjeron luchas entre moros y cristianos y prolongadas etapas de paz. Alfonso el Batallador cercaría Jaén entre 1.125 y 1.151, conquistándola finalmente Fernando III el Santo, en 1.246. Los moros la atacaron en 1.300, pero no consiguieron hacerse con la plaza debido a la ayuda prestada a Jaén por los Caballeros de Baeza. A lo largo de aquella etapa árabe el Alcázar viejo (parte de lo que hoy es el Castillo de la ciudad), que era modificado continuamente, fue escenario de grandes acontecimientos.

jueves, 17 de octubre de 2013

INTRODUCCIÓN A TRABAJO ISLAM GRUPO 1

TRABAJO DE PROYECTO INTEGRADO 2ºB BACHILLERATO: INTRODUCCIÓN
En pos de conocer el desarrollo de las principales religiones en Jaén, en general, nuestro grupo se dispone a investigar a fondo el desarrollo del islamismo en Jaén, vislumbrando una contextualización histórica y los antecedentes del islam hasta nuestros días y la influencia presente.
  • Componentes del grupo:
    • Ángel Estrella Barajas, nº10
    • Pablo Hortelano Morales, nº15
    • Jesús Marchal Martínez, nº18
    • Francisco Enrique Valle Aguilera, nº33 
  • Actividades: en pos de proceder con el trabajo relativo al islam, dispondremos de un método de investigación que implicará bibliografía, webgrafía... inclusive la visita a diversos lugares donde sea posible la visualización de lo trabajado, sean por ejemplo los baños árabes y la Magdalena, en excursiones de las cuales se irá informando, con consultas a gente informada en la materia para que pueda aportarse la máxima información posible. La toma de fotos será un aspecto a tener en cuenta para reforzar la expresión del blog. En cuanto a la organización del trabajo, teniendo en cuenta la marcha de un miembro de nuestro grupo, se dispondrá de la siguiente forma (con posibles alteraciones en caso de acuerdo colectivo y necesidad):
    • Ángel: Entrada del Islam en Jaén y auge
    • Jesús: Final del auge del islamismo y desarrollo de su cultura hasta la actualidad
    • Pablo: Estudio acerca del barrio de la Magdalena y los baños árabes
    • Francisco: Actualidad del islamismo en Jaén e influencia explícita
Con estos diversos puntos zanjados, queda abierto este blog, que irá introduciendo las entradas de los apartados referidos según se vayan indicando las fechas de presentación.